CATETO II, ‘palurdo, campesino’, voz andaluza, de origen incierto, quizá alteración de *pateto, derivado de pata como patán y el port. pateta ‘necio’.
Se emplea en toda Andalucía, desde Huelva (Muñoz y Pabón) hasta Almería, donde lo he oído muchas veces (además Toro Gisbert,
RH XLIX, 385). Podría pensarse en un préstamo del gascón
caddet ‘más joven’ (de donde el fr.
cadet íd.), ‘compadre, tío, fulano’ («luron», «type»), antiguamente ‘joven hidalgo gascón’ (<
CAPITELLUM ‘cabecilla’), tanto más cuanto que existe una variante
catet en el Aveyron (
FEW II, 258
a), y que
cateto m. y f. significa ‘bobalicón’ en las montañas de Bigorra («benêt, nigaud»: Palay). Pero la separación geográfica es muy grande y faltan datos acerca de la antigüedad del and.
cateto. Por otra parte
catêto o
catête se dice en el Brasil de una variedad de maíz menudo, o de arroz (Fig., Taunay), y de una clase de gallinas pequeñas; en Chile
catete es nombre vulgar del demonio
1; y el port.
pateta m. y f. es ‘persona necia, idiota o loca’, mientras que esta palabra en español es lo mismo que
catete en Chile, y además ‘el que tiene cierto vicio de conformación en las piernas’. Claro está que en estas últimas acs. es derivado de
pata, por ser las patas el indicio revelador del demonio en el concepto popular, y la misma palabra ha servido para designar a las personas necias o faltas de gracia (
patoso) y a los individuos torpes como el campesino (
patán). Puede sospecharse que
cateto salga de
pateto por influjo de otro vocablo; quizá este vocablo sea
campesino, aunque entonces deberíamos admitir que el chil.
catete ‘demonio’ deba su
c- al influjo de un chil.
catete *‘campesino’, de cuya existencia no tenemos noticias
2.